A PARTIR DEL DOCUMENTAL " LAS SIETE ALCANTARILLAS". M LÓPEZ.
En
Argentina, millones de niños no cuentan con los medios necesarios para crecer
plenamente. Tienen sus derechos vulnerados. Aunque los veamos todos los días,
son prácticamente invisibles para la mayoría de la población.
Porque no
sólo el futuro, sino sobre todo el presente de un país sin proyecto para la
infancia está amenazado, es necesario participar y construir espacios de
ciudadanía para devolver vigencia a los derechos de los niños y sus familias.
Porque la
infancia perdida es algo irrecuperable, es urgente que nuestra práctica se
oriente a construir efectivamente un ciudadano que exija, concrete y amplíe las
políticas públicas que
los niños y
niñas necesitan. Las que sus derechos exigen. Las que todos nos debemos.
Necesarias. Posibles. Indispensables. Alcanzables. Urgentes.
Hoy en día
las cifras de la pobreza nos dicen que los pobres son cada vez
más niños,
y que los niños son cada vez más pobres. Los últimos datos
del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dicen que más de
la mitad de
los chicos que tienen menos de 18 años no cuentan con lo
indispensable
para poder ejercer sus derechos con plenitud.
La grave
situación de la infancia moviliza a medios de comunicación, a personas e
instituciones para actuar en el aquí y ahora.
Las
actividades solidarias realizadas en todos los niveles de la sociedad
contribuyen sin duda a establecer un manto protector para la infancia,
ayudan a paliar el duro escenario luego de la
catástrofe
social que
devastó la estructura institucional de nuestro país.
Cambiemos
la mirada: los niños y niñas son sujetos de derecho. Y
no se acaba
en el derecho a un plato de comida, un remedio o un
plan de
emergencia.
No es una
opción, es una obligación: el Estado debe ser representante y garante de los
derechos de los ciudadanos .
Cada vez
más organizaciones sociales discuten acerca de la necesidad de incidir en esas
políticas. Presionando, acompañando, movilizando. Haciendo política. Poniendo
en juego nuevas miradas.
AYUDANDO A
CONSTRUIR DESDE EL TRABAJO COTIDIANO, UN
PAÍS GRANDE PARA TODOS LOS CHICOS.
“La
pobreza infantil total es una expresión de la exclusión social y el mecanismo
por medio del cual esta se reproduce. Los niños que están en situación de
pobreza sufren un deterioro serio en sus condiciones de vida, ven mermadas sus
oportunidades futuras. La mala nutrición, el rezago y el abandono escolar, la
falta de expectativas y la discriminación que sufren por ser pobres, no sólo
afectan sus derechos en el presente, sino que los dejarán en los estratos más
bajos de la escala social, haciendo que en la adultez reproduzcan la
precariedad en su bienestar y, por tanto, afecten a las generaciones siguientes”
Así como la pobreza tiene muchas dimensiones, la respuesta
del Estado para aminorarla también debe ser multisectorial. Las privaciones
severas y moderadas de la población infantil pueden ser subsanadas con una
intervención estatal directa para, entre otras cosas, garantizar la provisión
de servicios de salud y nutrición, acceso a agua potable y saneamiento, y a
través de medidas indirectas mediante el aumento de los ingresos del hogar.
Melina, ¿de dónde sacaste el texto que citas? agregalo como bibliografía...
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